Hoy os dejo una receta super sencilla y muy sabrosa. La aprendí cuando fui de viaje a Noruega. Una amiga de mi hermano que nos dio alojamiento en Oslo unos días nos enseñó a hacer este clásico salmón que al parecer hacen los noruegos habitualmente en sus casas.
De hecho, en los supermercados noruegos te venden congelados los trozos de salmón ya partidos de esta forma en tamaño de unos 150g más o menos, para que simplemente lleguen a casa y lo cocinen.
Ingredientes
Lomo de salmón fresco.
Aceite virgen extra
Eneldo
Sal
Paso 1: Comprar el salmón fresco.
Vais a la pescadería y compráis un trozo de lomo de salmón bien hermoso de un tamaño suficiente para que os de para hacer las raciones que necesitéis.
Paso 2: Cortar las raciones Con un buen cuchillo de cocina partís el lomo en los trozos que vayáis a necesitar, siendo de unos 3 o 4 cm de ancho, según la longitud del lomo.
Paso 3: Preparar para hornear Los colocáis en una fuente de cristal para horno (de estas tipo pirex o similar) y ponéis un poco de sal, aceite y eneldo sobre cada trozo de salmón.
Paso 4: Hornear Mientras hacíais todo esto habéis ido precalentando el horno a 180º. Metéis los lomos unos 20 minutos. Si tenéis posición de circulación de aire ponéis esa, y sino solo por abajo.
El lomo va cambiando de color de arriba a abajo a medida de que se va cocinando, de esta forma también podéis saber si está hecho o no y dejarlo en el punto de cocción que más os guste.
Paso 5: Emplatado Pasado el tiempo lo sacáis y listo para comer. La piel se habrá quedado pegada a la fuente, pero se despega muy facilmente con una espátula, os salen los lomos enteritos y perfectos. Veréis lo jugoso y rico que queda.