Yo no sé vosotros, pero a mi el Salmorejo me pirra. Me podría pasar días y días comiéndolo. Hoy os comparto la receta que yo uso para que siempre quede perfecto.
Es una receta sencilla con muy poquitos ingredientes. El secreto está en las cantidades. Si lo hacéis exactamente con las que os pongo, os aseguro que os va a salir de película.
Me la dio una amiga de mi hermano y desde entonces no hago otra.
Ingredientes
1kg de tomates maduros
200g de pan de barra humedecido
1 diente de ajo (opcional)
150 ml de aceite de oliva virgen extra.
25ml de vinagre (*)
1 cucharadita de sal.
Paso 1.- Humedecer el pan.
Poned en un bol el pan partido a trozos (no uséis pan bimbo que no queda bien, usad pan de barra del de toda la vida), echad un vaso de agua e id dando vuelta a los trozos hasta que todos estén húmedos pero no deshechos.
En la foto podéis ver cómo es el punto del pan humedecido.
Parece una tontería pero no pasarse con el agua al mojar el pan, es importante.
En el fondo del bol os habrá sobrado un poco de agua… tiradla. Si dejáis ese agua sobrante la textura del salmorejo no quedará bien.
Paso 2.- Partir los tomates en trozos y triturar.
Si queréis los podéis escaldar antes y pelarlos, pero yo no lo hago. Yo parto los tomates en trozos y los echo en una olla junto con el aceite, el vinagre, el diente de ajo y la sal. Y trituro todo con la batidora.
Sobre el aceite os recomiendo usar un buen aceite de oliva virgen extra, lo vais a notar en el sabor un montón. Yo esta vez utilicé el Premium de Haza la Centenosa, y la verdad que me ha quedado el salmorejo de morirse de bueno.
Paso 3.- Añadir el pan humedecido.
Vais añadiendo el pan ya humedecido poco a poco a la olla y lo trituráis junto con el resto de ingredientes.
Llegados a este punto el Salmorejo ya estaría listo para comer, pero yo os recomiendo probarlo para ver el punto de sal. Si veis que le falta un pelin, es el momento de añadirla y mezclar todo con la batidora de nuevo.
Paso 4.- Pasapuré
Este paso aunque es el más aburrido para mi, me parece imprescindible si queréis que os quede un salmorejo fino y elegante. Simplemente pasáis todo el salmorejo que ya tenéis triturado por el pasapuré.
En la foto podéis apreciar bien la diferencia del Salmorejo pasado por pasapuré y sin pasar.
A la derecha sin pasar, a la izquierda pasado.
Se tarda un ratín, pero la diferencia de pasado a sin pasar es abismal. La textura cambia tanto que pasamos de tener un salmorejo «de batalla» a un salmorejo de restaurante de estrella michelín.
Paso 5.- Disfrutarlo
Me gusta dejarlo enfriar en la nevera unas horas antes de tomarlo, así que lo mejor es hacerlo la noche anterior o a primera hora de la mañana para que le de tiempo a enfriar bien y coger consistencia.
Para servirlo le añado un poco de huevo picado y trocitos pequeños de jamón una vez ya lo he servido en el plato. Os va a encantar.
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Como veis no tiene ningún misterio hacer un buen salmorejo casero. Lo más importante es tener buena materia prima.
Con eso y más o menos media hora de vuestro tiempo tendréis un plato que va a dejar a vuestros comensales con la boca abierta. (*) El tema del vinagre parece controvertido, yo le pongo ese poquito, que la verdad que de sabor ni se nota. Me enseñaron así a hacerlo y la verdad que me gusta como queda y así sigo haciéndolo. Pero realmente si somos estrictos, el salmorejo cordobés no lleva vinagre. Así que a vuestro gusto.
¡Feliz verano!
Para que quede textura cremosa con esas cantidades sale perfecto 😉
Yo varío, según me apetezca de fuerte. Justo cuando hice las fotos para esta receta use picual, que es mi favorito 🙂
El día que tenga thermomix haré lo mismo, lo del pasapurés es un rollo patatero, es casi en lo que más tardo 🙂
El aceite que usó siempre para el salmorejo es picual
Creía que con tan poco aceite y pan saldría mal, pero todo lo contrario, lo comería todos los días!.
Yo lo hacía igual pero leí la receta de Cristima Galiano y ahora siempre hago esa, el resultado es mucho mejor y muchísimo menos calorico: 1 kg de tomates con sabor (lo hago con Raf pequeño dulce maduro), 40 gr de miga de pan del día anterior, 40 gr. Del mejor aceite que te puedas permitir, 1 cucharada de vinagre de Jerez y sal.
Y ya está!
Lo hago en la thermomix y no hace ninguna falta pasarlo por el pasapurés (ya solo por eso merece la pena tener una thermomix).
Luego, ya servido, huevo picado y virutas de jamón ibérico.