Nos situamos en marzo de 1966.
Carmen Sotillo acaba de perder a su marido Mario de forma inesperada.
Una vez que las visitas y la familia se han ido de casa, ella sola vela durante la última noche el cadáver de su marido e inicia con él un monólogo/diálogo en el que descubrimos sus personalidades y los conflictos de su matrimonio.
Carmen Sotillo dice cosas, manifiesta sentimientos y emite juicios, que hoy nos pueden parecer increíbles, pero es seguro que ese lenguaje existía, que esos juicios se emitían y, que esas cosas de Carmen estaban entonces en la vida de todos los días.
Cinco horas con Mario es un documento vivo de esos años sesenta.
Podemos ver a través de la protagonista, las preocupaciones económicas, religiosas, políticas, sexuales y morales de entonces.
Gracias a sus palabras podemos ver cómo era la vida española de entonces.